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Planetas del Sistema Solar

Venus, el planeta gemelo de la Tierra

Venus, el planeta gemelo de la Tierra

Venus es el segundo planeta desde el Sol en nuestro sistema solar. A menudo es llamado el "gemelo de la Tierra" debido a su tamaño y composición similar, aunque presenta condiciones extremas que contrastan drásticamente con las de nuestro planeta.

En este planeta, los días son más largos que los años.

Características generales

Venus tiene un diámetro de aproximadamente 12,104 kilómetros, solo un poco menor que el de la Tierra, que es de 12,742 kilómetros. Su masa es aproximadamente el 82% de la masa de la Tierra, lo que también refuerza la comparación con nuestro planeta.

Sin embargo, aquí es donde terminan las similitudes. La atmósfera de Venus es extremadamente densa y tóxica y está compuesta principalmente de dióxido de carbono (96.5%) y con nubes espesas de ácido sulfúrico.

Posición en el Sistema Solar

Segundo planeta desde el Sol

Diámetro

Aproximadamente 12,104 km

Masa

4.87 × 10^24 kg (82% de la masa de la Tierra)

Gravedad

8.87 m/s² (90% de la gravedad terrestre)

Rotación (día sideral)

243 días terrestres, en dirección retrógrada (gira en sentido contrario a la mayoría de los planetas)

Traslación (órbita alrededor del Sol)

225 días terrestres

Duración del día solar

117 días terrestres

Temperatura superficial

Aproximadamente 465 °C

Presión atmosférica

Aproximadamente 92 veces la presión atmosférica de la Tierra

Atmósfera

Compuesta principalmente de dióxido de carbono (96.5%) y nubes de ácido sulfúrico

Superfície

Llena de llanuras volcánicas, montañas y cráteres; mapeada principalmente por radar debido a su densa atmósfera

Campo magnético

Prácticamente inexistente en comparación con la Tierra

Vientos atmosféricos

Velocidades de hasta 360 km/h en la atmósfera superior

Exploración espacial

Visitado por misiones como las sondas Venera (Unión Soviética), Pioneer Venus y Magellan (NASA) y misiones futuras como DAVINCI+, VERITAS (NASA) y EnVision (ESA)

Importancia científica

Estudios sobre el efecto invernadero, la evolución planetaria y la dinámica atmosférica

Rotación y traslación

Uno de los aspectos más sorprendentes de Venus es su rotación. Gira sobre su eje en dirección retrógrada, es decir, en sentido contrario al de la mayoría de los planetas del sistema solar, incluyendo la Tierra.

Un día en Venus (el tiempo que tarda en girar una vez sobre su eje) equivale a 243 días terrestres, y lo hace más lentamente que su propio período orbital alrededor del Sol, que es de aproximadamente 225 días terrestres. Esto significa que en Venus, un día es más largo que un año.

La velocidad lineal de Venus en su órbita alrededor del Sol es aproximadamente de 34,974 km/h. Esto significa que Venus se desplaza a gran velocidad a lo largo de su trayectoria elíptica alrededor del Sol. Esta alta velocidad es consecuencia de su proximidad relativa al Sol, ya que los planetas más cercanos tienden a orbitar más rápidamente debido a la intensa atracción gravitacional.

Por otro lado, la velocidad angular de Venus es aproximadamente 3.23 × 10⁻⁷ radianes por segundo. A pesar de su rápida velocidad lineal, la gran distancia recorrida alrededor del Sol hace que su velocidad angular sea relativamente baja.

Temperatura y presión

Venus es el planeta más caliente del sistema solar, con temperaturas superficiales que alcanzan los 465 grados Celsius.

Esta temperatura extrema se debe a un efecto invernadero descontrolado: la densa atmósfera de dióxido de carbono atrapa el calor del Sol, impidiendo que la radiación solar que rebota sobre su superficie escape al espacio.

Además, la presión atmosférica en la superficie de Venus es unas 92 veces mayor que la de la Tierra, comparable a la presión que se encuentra a 900 metros bajo el agua en la Tierra.

Superficie y geología

Cráteres de VenusLa superficie de Venus es relativamente joven, geológicamente hablando, con vastas llanuras volcánicas y grandes montañas.

Las imágenes de radar obtenidas por misiones como Magellan de la NASA han revelado la presencia de numerosos volcanes, muchos de los cuales parecen haber estado activos en tiempos geológicos recientes.

Sin embargo, no hay evidencia directa de actividad volcánica actual. Las llanuras de lava, los cráteres de impacto y las características tectónicas indican un planeta dinámico, aunque no se observa la tectónica de placas como en la Tierra.

Atmósfera y clima

La atmósfera de Venus es densa y opaca, lo que hace que la superficie sea invisible en luz visible desde el espacio. Sin embargo, las observaciones en otras longitudes de onda, como el radar, han permitido mapear su superficie.

Las nubes de ácido sulfúrico en la atmósfera superior de Venus reflejan la luz del Sol, haciéndolo el objeto más brillante en el cielo nocturno después de la Luna.

Los vientos en las capas superiores de la atmósfera de Venus son extremadamente rápidos, alcanzando velocidades de hasta 360 kilómetros por hora. Estos vientos circulan alrededor del planeta en solo cuatro días terrestres, contrastando con la lenta rotación del planeta mismo.

Exploración de Venus

Venus ha sido objeto de interés y exploración desde los primeros días de la era espacial.

La Unión Soviética fue la primera en enviar una sonda a Venus, con el programa Venera, que logró varias hazañas notables, incluyendo el primer aterrizaje suave en la superficie de otro planeta (Venera 7 en 1970) y las primeras imágenes de la superficie (Venera 9 en 1975).

La NASA también ha contribuido significativamente al estudio de Venus con misiones como Pioneer Venus y Magellan, que proporcionaron mapas detallados de la superficie del planeta.

¿Por qué se llama Venus?

Venus debe su nombre a la diosa romana del amor y la belleza. Esta nomenclatura se remonta a la antigüedad, cuando los romanos, siguiendo la tradición de los griegos, comenzaron a asociar los planetas visibles con sus deidades más importantes. Los griegos habían llamado al planeta Afrodita, en honor a su diosa del amor y la belleza, y los romanos adoptaron este nombre, reduciéndolo a Venus.

El planeta Venus es uno de los objetos más brillantes en el cielo nocturno, solo superado en brillo por la Luna. Su intenso resplandor y su visibilidad tanto al amanecer como al atardecer probablemente influyeron en su asociación con la deidad que representa la belleza y el amor. 

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Fecha de publicación: 17 de junio de 2024
Última revisión: 17 de junio de 2024